Mostrando entradas con la etiqueta Investigacion. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Investigacion. Mostrar todas las entradas

martes, 6 de abril de 2010

Nueva especie de Dinosaurio


Hallan una nueva especie de dinosaurio carnívoro en Cerro Cóndor:



El grupo de investigadores del Museo Egidio Feruglio (MEF), se encuentra ultimando detalles para el traslado de fósiles que pertenecerían a un dinosaurio carnívoro hallado en la zona de Cerro Cóndor en plena Meseta de la provincia del Chubut.
El esqueleto del animal, que habitó la zona hace 160 millones de años, fue encontrado práctica mente completo y articulado, adquiere mayor importancia por tratarse de una nueva especie que comenzara a ser estudiada por los especialistas en los laboratorios del Mef.
Dicho hallazgo se realizó por etapas entre las campañas de expedición del 2009 y 2010. El año pasado se encontró el cráneo del carnívoro y este verano se volvió a la zona para continuar con las excavaciones.
Diego Pol, investigador del Conicet a cargo del área de Paleontología de Vertebrados del Mef, quien además participó de las campañas, destaco la importancia del descubrimiento por tratarse de una nueva especie y además por ser el primer dinosaurio carnívoro del Jurasico Medio del cual se encuentra el esqueleto completo y articulado.



Características:



Si bien los estudios paleontológicos de detalle comenzaran una vez que se logren trasladar los fósiles a las instalaciones del museo de la ciudad de Trelew, los investigadores ya tendrían los primeros indicios de las características básicas de esta nueva especie que vivió hace mas de 160 millones de años.
“Es un dinosaurio carnívoro de hábitos bípedos. Son animales de brazos cortos en comparación con las patas traseras, además es un dinosaurio de tamaño mediano, que tendría unos 7 u 8 metros de longitud. Es muy particular, pertenece a una familia diferente a la de los otros dinosaurios que se habían encontrado en esa zona. Por lo tanto corresponde a un nuevo componente en esta fauna del jurásico que recién estamos empezando a conocer”, explico Diego Pol.
Históricamente la zona de Cerro Cóndor ha dotado a los investigadores de múltiples herramientas para recrear como eran los ecosistemas hace millones de años, ya que allí se han encontrado gran cantidad de fósiles de diversas especies tanto de animales como vegetales.
“En este momento conocemos aproximadamente unas 6 especies de dinosaurios diferentes encontrados ahí, dos especies de pterosaurios –reptiles voladores-, una especie de cocodrilo, cuatro especies de mamíferos, dos especies de ranas, una de tortugas; es decir hay un gran numero de animales que han sido descubiertos en los últimos años, en esa zona.
Además se han encontrado numerosos restos de plantas que nos dan un pantallazo de cómo era la vida y los ecosistemas”, aseguro.
Según preciso Pol, lo que actualmente conocemos como Cerro Cóndor hace 160 millones de años, era una zona con lagos de grandes extensiones, en medio de un paisaje volcánico.
Así mimo se informo que la próxima semana se realizara el traslado de los fósiles para su análisis en el laboratorio del museo Egidio Feruglio de la ciudad de Trelew.


Cerro Cóndor es una localidad de Departamento de Paso de Indios, Provincia del Chubut, Argentina, se encuentra ubicada al norte de la localidad de Paso de Indios por la Ruta Provincial nº 12.


En el año 1979 fueron encontrados restos de un espécimen único de Piatnitzkysaurus.

Cuenta en la actualidad con 83 habitantes.

lunes, 29 de marzo de 2010

Investigadores estudian la vida de los primeros habitantes de la Patagonia

Hace 12.000 años aproximadamente, el hombre dejaba los primeros indicios de su vida en la Patagonia. En un medio ambiente inhóspito el guanaco y el ñandú habrían sido su fuente de alimento; sin embargo, investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco analizan la posibilidad de que los primeros habitantes hayan incorporado otros recursos para su subsistencia.

Sobre el tema, el director de la investigación, Julián Eduardo Moreno, docente de la cátedra "Historia de América I" de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de la Patagonia, afirma que "en un ambiente de escasos recursos como la estepa Patagónica, las posibilidades de ampliar la dieta alimentaria por parte de los primeros habitantes eran escasas".
Moreno, busca indicadores de diversificación económica prehistóricas en las cuencas de los Lagos Musters y Colhue Huapi. Sostiene que la abundancia de restos de guanacos en los sitios de estudio debió haber estado complementada con otros recursos como podrían ser los peces.

La investigación requiere explorar aquellas áreas o microambientes, donde sea posible disponer de otros recursos alimenticios. Tal como sucedió en la costa norte de Santa Cruz, cuando en 2003, se hallaron evidencias de ocupaciones humanas junto a vestigios de un uso importante sobre los recursos marinos, en particular moluscos y peces. En aquella oportunidad también se localizaron restos de animales menores, sobre todo aves.
"Es difícil encontrar en los lagos del centro sur de Chubut, el mismo tipo de sitios arqueológicos y de las mismas proporciones que se encuentran en la costa Atlántica", comentó Hugo Pérez Ruiz, antropólogo y codirector del proyecto de investigación.
Los trabajos que con anterioridad realizaron investigadores como Molina y Bórmida, entre otros, demostraron la existencia de abundantes restos de peces asociados a fogones en proximidades del nacimiento del Río Chico en el lago Colhué Huapi.
"En dicho lugar se produjo el hallazgo de arpones construidos en huesos de mamíferos terrestres a orillas del mismo lago, los cuales estarían destinados a la captura de nutrias o coipos", relató Pérez Ruiz.
Por lo tanto, los lagos habrían ofrecido la posibilidad de una explotación económica alternativa al uso del guanaco y el ñandú.
Entre los puntos de interés de los sitios arqueológicos cercanos a la cuenca de los lagos están presentes el análisis de restos vegetales, al igual que estudios de fauna menor, restos materiales y artefactos vinculados al aprovechamiento de los recursos del medio. Con este objetivo, el estudio incluye la distribución y densidad de estos recursos.
Los investigadores buscan indicadores de intensificación y diversificación económica indígena dentro del marco ambiental de la patagonia continental. Teniendo en cuenta la escasa información arqueológica referida al Lago, se planteó la ubicación de sitios arqueológicos estratigráficos donde la conservación del material óseo se encuentra en buen estado en función de las características de destrucción que presentan los animales pequeños por el proceso erosivo.
"Los trabajos de prospección en la zona inmediata a la costa actual, permitieron hallar más de 75 sitios arqueológicos. Se ubicaron además, 17 sitios en la localidad de Bajo del Avestruz y 40 sitios con fogones en el Delta del Arroyo Vulcana. En la zona inmediata a la costa, se hallaron 54 sitios en médanos o vinculados a ellos", comentó Pérez Ruiz.

Con los trabajos de prospección se cubrieron 150 Km. que constituyen aproximadamente el 80 % del perímetro de los lagos, incluyendo la Laguna de la Flecha, un extenso cuerpo de agua ligada a éste. La mayor parte de los sitios son pequeños y poco densos.
En la cuenca del lago Musters se hallaron restos de coipos y peces. Estos últimos son los que presentan mayores problemas para el análisis requerido ya que la densidad de sus huesos es muy inferior a la de los restos de mamíferos. Precisamente, el tamaño y tipo de los restos dificulta la tarea de encontrar marcas de procesamiento.
Por otra parte, resultan llamativas las características que poseen los artefactos hallados en los diferentes sitios en los cuales se destacan los elementos de molienda y las puntas de proyectiles pedunculadas y apedunculadas, al igual que objetos en cerámica.
Desde el punto de vista estratigráfico, los sitios con restos de artefactos cerámicos, correspondientes al período considerado tardío, fueron datados en 1.500 años.
Cabe agregar que los estudios se efectúan en zonas de impacto antrópico ocasionados por los movimientos de tierra a gran escala, ya sea por la construcción de caminos y las estructuras ligadas a maniobras militares, sumado a la intervención de coleccionistas.
Los resultados preliminares de la investigación marcarían una diferencia entre las depositaciones antrópicas y las naturales. Asimismo, está en marcha un experimento a largo plazo que permitirá interpretar la presencia de los restos de peces.
El equipo interdisciplinario que dirige el profesor Julián Eduardo Moreno, está conformado por docentes de distintas disciplinas de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco pertenecientes a la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, alumnos y docentes de Historia, de la Facultad de Ciencias Naturales, alumnos y docentes de geología, e investigadores del CENPAT (Centro Nacional Patagónico) y de la UNPA (Universidad Nacional de la Patagonia Austral).

(Fuente: Diario Crónica)

lunes, 20 de julio de 2009

Península Valdés: este año se esperan 2.500 ejemplares de ballena franca


Existen varios programas de trabajo que incluyen a la ballena franca austral y uno de ellos es el censo que se lleva a cabo a través de especialistas del Centro Nacional Patagónico cuyo objetivo es conocer el crecimiento poblacional de los ejemplares a través de los años, es decir, saber si llegan a aguas chubutenses más número de animales y si, en definitiva, la temporada se extiende mucho más allá de mayo a diciembre.

Enrique Crespo es uno de los integrantes de este equipo de trabajo y comento “el primer censo lo hicimos los primeros días en el mes de mayo y contamos sólo cinco ejemplares y a fines de junio, ya contamos unas 350 ballenas, un número normal y esperado para esta época de la temporada. Para septiembre, calculamos que estaremos llegando a las 900 ballenas”.


Población mundial

El crecimiento de la población es sostenido en los últimos años y ronda el 7 por ciento.

“No se puede estimar cuántos ejemplares hay en el mundo, pero calculamos que todos los años, por esta zona, están pasando 2.500 animales aproximadamente ya que aproximadamente se quedan en la zona no más de 60 días para cumplir con el objetivo de ese año: copular o parir. Esta es sólo una fracción de la población mundial.

Si se suman todos los stock que hay en el mundo, podríamos hablar de unos 7.000 animales en todo el mundo, aproximadamente”, agregó el biólogo.

Cabe mencionar que Crespo y un grupo de trabajo del Cenpat llevan adelante un monitoreo anual poblacional. “Definimos un área de muestreo que va desde la desembocadura del Río Chubut hacia el norte hasta Punta Ninfas, entra al Golfo Nuevo, sale, contornea Península Valdés, entra al Golfo San José, sale y entra en el San Matías hasta el paralelo 42, lo que equivale a 550 kilómetros.

Monitoreamos la franja costera porque se sabe que los animales están en esa zona a pesar de que hay ballenas en el medio del golfo, pero es una fracción mínima que aún no está estimada. Relevamos 1.5 kilómetro de zona costera a través de vuelos que tienen una duración de unas 5 horas y contamos animales en esta zona.

Contamos hembras con crías, a veces aparecen hembras con crías del año anterior, individuos solitarios, y grupos de cópula”, contó Enrique Crespo sobre el trabajo que se realiza.


La temporada, ¿extendida?

Mucho se habla sobre la estacionalidad de las ballenas en la zona de Península Valdés.

Los especialistas señalan, por ejemplo, que “hemos visto animales en el mes de enero.

Esto se debe a que puede ser algún animal que llega temprano a la zona o algún retrasado.

Sí es cierto que el pico se registra en septiembre y a partir de allí empieza a bajar.

No sabemos si son animales que se quedan.

Las ballenas están poblando todo el litoral marítimo y el crecimiento poblacional es constante y sostenido.

Desde Santa Cruz hasta Río Negro y Buenos Aires, es el lugar donde se avistan. La conexión entre Brasil y Península Valdés es cada vez más frecuente ya que forman parte

del mismo stock.

En época de ballenas se pueden observar en todo el litoral”, agregó Crespo.

El crecimiento, un 7 % “Hicimos dos relevamientos en los años ’99 y 2000 y llevamos siete años concretos de trabajo y el incremento es del orden del 7 por ciento anual.

Este año, por primera vez, estamos haciendo un relevamiento conjunto con la gente de Varamiento y los relevamientos aéreos los estamos haciendo con el aporte de la Administradora Península Valdés.

El crecimiento es sostenido y notable”, señaló el integrante del Centro Nacional Patagónico. Según el trabajo de Crespo, a lo largo de los últimos diez años, se triplicó el número crías en la costa chubutense.#
Nota extraida del matutino: Diario Jornada de la ciudad de Trelew 20 de Julio 2009

jueves, 28 de mayo de 2009

Invetigan, especies fociles de la flora Chubutense

Imagen, de una de las campañas en Laguna Del Hunco.

Hace 52 millones de años, lo que hoy conocemos como Patagonia compartió con Australia la existencia de la especie Eucalyptus, en contra de lo que se suponía hasta ese momento.

En su momento la noticia generó tanto escepticismo que una investigadora argentina integrante del equipo de especialistas debió llevar fotos de los fósiles para convencer a sus colegas de que las hojas y frutos hallados pertenecían a esa especie, que es oriunda de Australia.

Los polémicos registros fósiles salieron de Laguna del Hunco, un yacimiento ubicado entre las localidades chubutenses de Gastre y El Maitén.

La bióloga trelewense Cynthia González, investigadora del Museo Egidio Feruglio, desarrolló su tesis de doctorado en base a la inquietud de conocer más sobre ese sitio tan especial, que no deja de sorprender a quienes hurgan en sus profundidades.

En 2006 la investigadora María Alejandra Gandolfo viajó a Australia para mostrar el registro de lo hallado en Laguna del Hunco. Tuvo mejor suerte que su colega Edgardo Romero, quien hizo lo propio en 1998 pero no consiguió la aprobación de sus pares australianos.

¿Cómo es posible que en esta parte del planeta la flora del pasado haya sido similar a la que actualmente se encuentra en Australia?

“La diversidad de Laguna del Hunco se explicaría porque su ubicación en una zona de transición entre dos bioregiones distintas. Eso ocurre en todos los lugares de transición”, aseguró González, quien integra el equipo de Gandolfo.

La especialista describió que “allí convivían especies que necesitaban clima tropical, otras que actualmente se encuentran solamente en Australia, pero también otras especies propias de la región Antártica. Era una mezcla rara”, aseguró.

De acuerdo a estudios previos sobre los cuales trabajó González, Laguna del Hunco estaba ubicada en una zona boscosa en la cual la temperatura oscilaba alrededor de los 16 grados, con lluvias de hasta 1.200 milímetros anuales.

Rodeada por volcanes en actividad, la zona conservó material en perfectas condiciones gracias a que la ceniza cubrió hojas y frutos y los depositó en el fondo del espejo de agua.



Eucaliptos en América

La investigación de González se basó en un meticuloso estudio de las formas actuales de las hojas, ramas, flores, frutos y semillas de las especies de angiospermas (plantas con flor) que existen hoy en Argentina, en Sudamérica y en Australia, para poder compararlas finalmente con los registros fósiles encontrados en Laguna del Hunco.

En ese proceso se evidenció que durante el Eoceno temprano, la época que estudió la bióloga, el género Eucalyptus fue parte del paisaje local.

“Siempre se creyó que el origen de la familia que porta a la mencionada especie era de Australia, y que la existencia de Eucalyptus fue posible en Sudamérica porque migró desde Australia, pasando por la Antártica, cuando esas formaciones estaban unidas.

Pero estos nuevos hallazgos sugieren otras rutas y quizás otros sitios de origen, ya que los Eucalyptus fósiles de Patagonia son uno de los registros más antiguos del mundo, con una alta abundancia y diversidad para esa época estudiada”, mencionó la investigadora, quien se desempeña en el Museo Egidio Feruglio.

González propuso que, además de los Eucalyptus, el resto de las familias de plantas estudiadas utilizaban tres ‘corredores’ de migración: la denominada ‘ruta americana’, que habrían utilizado los grupos de plantas posiblemente originarios del hemisferio norte o del norte de Sudamérica; el ‘corredor de Sudamérica –Antártida–Australia’: que utilizarían los grupos de plantas característicos de climas templados de América y Australia y la ‘ruta africana’ (América – África –Australia), seguida por grupos de plantas característicos de climas tropicales y subtropicales.

La extinción en América del Eucalyptus, además de otras especies, llegó a partir del Eoceno medio (50 a 38 millones de años), con los cambios en la geología y en el clima, el descenso de la temperatura y la disminución de las lluvias.



Claves del pasado

Para González la dificultad de la investigación radicó en la ausencia de bibliografía que describiera las especies de Argentina.

“El trabajo fue doble porque hubo que aportar sobre lo actual y lo pasado”, señaló. Y agregó: “Los fósiles nos ayudan a ver el pasado y nos permiten trasladar la información obtenida de ellos hasta el día de hoy. Al mismo tiempo, una buena comprensión de las formas actuales contribuye a nuestra comprensión de las que ya se extinguieron”, sintetizó.

En ese sentido, su tesis también revisó errores que se arrastran desde el primer trabajo publicado sobre Laguna del Hunco, elaborado por Edward Berry en 1925: es que en ese momento el investigador sólo pudo comparar lo que halló con la flora de Estados Unidos, que es de la que se tenía registro en esa época.

La tesis de la bióloga, que demandó cinco años, forma parte de un proyecto mayor en el que participan, además del Museo Egidio Feruglio de Trelew, las universidades de Buenos Aires, Cornell, Pennsylvania, Denver y el Instituto Smithsoniano de Washingthon.

La investigación continúa ya que, a pesar de su riqueza, Laguna del Hunco no ha sido demasiado explorada. “Todavía hay mucho para averiguar pero los resultados obtenidos ya aportan información a la paleoecología y a la paleoclimatología”, aseguró González, quien también se desempeña como ayudante de la cátedra de Botánica en la Universidad Nacional de la Patagonia. “La flora es esencial para saber qué estuvo pasando en ese momento en la historia de la tierra”, aseguró.


Nota extraída del Periodico, Diario Jornada
de la ciudad de Trelew Privincia del Chubut.
Del 25/05/2009

domingo, 13 de julio de 2008

Investigacion

Imagen del Valle de Los Altares en el centro de la Pavincia del Chubut

Estudian estructuras que podrian ser hormigueros de 100 millones de años.


Fueron encontrados en la meseta central de Chubut junto a restos de dinosaurios. Se asemejan a los que construyen las homigas "cortadoras de hojas".

En general no reciben tanta atencion mediatica como otros descubrimientos -de la popularidad de los dinosaurios, por ejemplo- pero su hallasgo aporta la misma informacion al momento de reconstruir el paisaje, clima, fauna o flora de un determinado lugar, millones de años atras.
Se trata de hormigas, avejas, avispas y escarabajos, entre otros particulares testigos de la historia del planeta Tierra.
Estudiar los antepasado de los insectos tiene una dificultad, que radica en la escazes de fosiles. Es por ello que los especialistas tambien recostruyen sus caracteristicas a partir de las trazas, es desir nidos, cuevas, hormigueros, capullos y todo rastro que permita imaginar como era su comportamiento y el ecosistema donde vivian. ¿ Como es posible eso ?
Cuando el suelo es cubierto por sedimento, por un alivion o por una lluvia de ceniza volcanica, que lo sepulta y lo preserva tal como estaba en ese momento, junto con estos rastros.
Jorge Genise, Estomologo, investigador del Conicet y del Museo Egidio Feruglio (Mef) de la Ciudad de Trelew Probincia del Chubut, se encontro con un interesante desafio en un viaje al centro de Chubut, financiado por el museo y realizado en el Mes de Mayo de este año.
En esa oportunidad el Tecnico Pablo Puerta, habia allado estrucuturas fosiles que podrian ser hormigueros de millones de años de antiguedad. Ahora a Genise le toca comprobar la ipotecis.
"Se trataria de la hormiga cortoadora de hoja, muy comun aca, y que se diferencia de otras por hacer un tumulo de palitos sobre el suelo y llevar hojas a sus nidos sobre las cuales se desarrolla un hongo, que es de lo que se alimentan", explico el profecional.
"Uno compara externamente una honguera actual con las estructuras alladas y puede parecer que es lo mismo, pero ahi que seguir una metodologia para porbarlo", aclaro.
"Si se pudiera mostrar una hormiga como se muestra un hueso de dinosaurio seria sencillo por que la evidencia estaria ahi. Cuando no es asi, hay que probar que es, y cuanto mas argumentos haya mejor", agrego.
Si Genise y su equipo tienen razon, se habria encontrado el primeer nido de hormiga del periodo Cretacico en La Patagonia. "El hormiguero fosil mas srecano esta en la Provincia de La Pampa en el centro del Pais, pero es mucho mas resiente en el tiempo.
En todo el Mundo hay muy pocos y muy pocas trazas cretacicas descriptas", comento en referencia al preido en el cual muchos grupos de insectos se divercificaron y aparecieron, entre otros, las termitas y las hormigas.
"Estas hormigas cortadoras de hoja tienen un rejistro fosil que llega a los 35 millones de años y aqui estariamos hablando de unos 100 millones de años. Seria un dato my importante para su historia evolutiba", expreso.
Actualmente el analicis de lo hallado en el campo se consentra en la arquitectura de la traza y en las ovserbaciones en el microscopio electronico que permite ver si la estructura es o no la de una honguera, y si hay evidencia de restos vegetales para obtener caracteres que sean comparables con las hongueras actuales, segun explico el especialista.
"En esta caso se vio una trama alveolar microscopica similar a las que aparecen en las hongueras. Cuando se termine el estudio se podra confirmar si lo eran realmente", dijo. "lo ideal seria encontrar hormigas pero en este tipo de precerbacion seria dificil, aunque no impocible", admitio.
En este sentido descrivio que La Patagonia es una de las zonas más ricas en cuanto a estos hallasgos y que los antecendentes comienzan al rededor de 1938, año en que se encontraron los primeros nidos fosilizados de insectos, "Esto gennero una especie de historia en esta especialidad, que despues propcio que otras geologos y biologos estuvieran siempre atentos", destaco el especialista.
Particularmete los Paleosuleos ( suelos fosiles ) de Chubut an revelado capullos de avispas, bolas de crias de escarabajos, nidos de avejas, cuevas de crustaceos y termiteros, entre otros.
En el marco de un proyecto Genise dirige tres grupos que trabajan en La Patagonia: en el Museo Egiodio Feruglio, en la Univercidad de La Pampa y en el Museo Argentino de Ciencias Naturales.
Los integrantes del equipo que participaron de la campania fueron:

Eduerdo Bellosi y Victiria Sanchez ( Museo Argetnino de Ciencias Naturales ).
Marcelo Krause y Laura Sazetti ( Museo Egidio Feruglio ).
Marcelo Farina ( Museo de Mar del Plata ).

Nota extraida del Matutino: Diario Jornada de la Ciudad de Trelew Provincia del Chubut.

Del dia Sabado 12/07/2008.